Pues entonces te interesará con toda seguridad este artículo, donde recogeré una serie de consejos y trucos para mejorar el alcance de la señal Wi-Fi, algunos más evidentes y otros más rebuscados, con el fin de que puedas sacarle el máximo provecho a la conexión inalámbrica que tengas instalada en tu hogar, o que tengas pensado usar más adelante.
- La posición física del router es clave: Es la regla
de oro a la hora de tratar el tema de las conexiones inalámbricas.
Piensa que cada pared que se interponga entre el router y el equipo
receptor atenuará la potencia de la señal, por lo que procura colocarlo
de manera que quede lo más cerca posible de todos los puntos donde
quieras que llegue conexión, y por supuesto nunca a ras de suelo, junto a
una pared o cerca de cables. Especial cuidado con los objetos
metálicos, que son los que más dificultan el paso de la señal.
- Aumenta la potencia del receptor: Los sistemas
operativos suelen ofrecer la posibilidad de aumentar la potencia del
receptor instalado en el equipo, situada por defecto en un nivel bajo
para reducir el consumo de batería de ordenadores portátiles. La forma
de conseguir variar esta configuración varía en función del sistema
operativo que empleemos, pero tomando como ejemplo Windows XP: vamos a Panel de Control > Conexiones de red y hacemos click derecho en Conexiones inalámbricas, seleccionando Propiedades. Luego, seleccionamos Configurar… > Avanzadas > Administración de Energía, donde encontraremos la barra de potencia que podremos situar todo lo alta queramos.
- Selecciona canales que no presenten interferencias:
Por nuestro hogar circulan muchas ondas, además de las correspondientes
a la señal Wi-Fi, por lo que cabe la posibilidad de que se produzcan
interferencias entre ellas si viajan en frecuencias similares. Por ello,
algunos dispositivos nos permiten elegir entre distintos canales de
frecuencia para emitir la señal Wi-Fi, que puede ser interesante
comprobar para ver si nos ofrecen mejores resultados, en caso de
detectar niveles bajos de señal.
- Mantén los equipos actualizados: Procura que tanto
el firmware del router, como los de las antenas de los equipos
receptores de la señal, estén siempre actualizados a la última versión
ofrecida por el fabricante. Esta recomendable costumbre nos ayudará a
sacar siempre el máximo partido de los equipos que estemos empleando.
- ¿Todavía no es suficiente? Repetidores y nuevas antenas: Si a pesar de todos los consejos dados, los cuales no requieren inversión adicional, sigues teniendo problemas para disfrutar de tu conexión wireless en ciertos puntos de tu hogar, entonces quizás necesites realizar algún desembolso. Una opción son los repetidores de la señal, que no requieren ninguna configuración y ayudan a hacer que las ondas lleguen algo más lejos. La otra es la de cambiar la antena omnidireccional de nuestro router (esto es, que emite en todas las direcciones, de manera esférica), por una antena unidireccional, que concentre su potencia hacia un solo punto. Optar por una u otra opción dependerá de la situación particular de cada casa.
Naturalmente, para aprovechar el nivel 802.11g, tanto emisor como receptor tiene que emplear dicho estándar, o no estaremos haciendo nada. El sucesor de estos estándares, el 802.11n, alcanza hasta 600 Mbit/s, pero su expansión comercial a gran escala está por llegar.